miércoles, 28 de enero de 2009

Negocios de Café


¿Cuántos de ustedes han cerrado un buen negocio en un café?

Quizás muchos dirán que ese tipo de negociaciones son amateur, no obstante en este tortuoso camino que llamamos trabajo, este tipo de experiencias no son meramente para estudiantes y recién egresados, esto lo comento por lo siguiente:

Hace cerca de 17 años estaba yo un mocoso cualquiera sentado en un Sanborns, tomando un café (bueno en realidad iba ya por el 5°) esperando a que llegara Anaís, con las manos temblorosas y el espíritu ansioso de cerrar mi primer negocio por mi cuenta.

Los minutos pasaban y la famosa Anaís no llegaba; la mesera se desesperaba de que no pedía más que café (seguramente imaginaba que no tenía ni para unos chicles), y así se cumplió la primera hora de espera y la mentada Anaís ni sus luces.

Mi ansia se convirtió en desesperación, luego en frustración y al final esta ya era una aburrción total, como sería esta que incluso un garrotero me estaba enseñando a hacer figuritas con las famosas servilletas de Sanborns, sí esas que todos dejamos siempre embarradas de mole y frijoles.

Y así se cumplió la segunda hora y hasta ese momento de Anaís no me quedaba ni el recuerdo, durante los siguientes 15 minutos luego de divisar a una encantadora contemporanea y estarla dibujando en el cuaderno, la mesa se llenó de curiosas meseras y jefes de piso que al ver mi "arte" estaban intrigados y formaban un círculo al que se le sumaron comensales vecinos y curiosos de momento, la muchedumbre era tal que la musa de mi inspiración ya era invisible a mis ojos y realmente estaba dibujando inventando.

Al ver o más bien resentir el alboroto causado un comensal estaba molesto por no poder degustar los sagrados alimentos en santa paz, por lo que se levanto y se dirigió a mi mesa preguntando muy de malas ¿Qué carajos pasa aquí?, de inmediato el círculo de aficionados se discipó y aquel hombre de tajante molesto y cachetes irritados quedó frente a mí mirandome con malsana curiosidad.

Entonces me preguntó ¿te crees lo suficientemente bueno para llamar la atención de tanta gente?........ que podía decirle un escuincle enclenque como yo más que .....

Yo sólo estoy dibujando....

No terminaba de decir esto cuando el papel donde aquel rostro hermoso se había convertido en objeto de discordia estaba ya en sus manos. Que sorpresa me lleve cuando me dijo... ¿Sabías que esta es mi hija?

Antes que un ¡ups! saliera de mi boca ya continuaba él diciendo... sin embargo es bastante bueno, ¿tienes más?

En el acto aterrorizado por ese imponente hombre saqué la carpeta que había llevado para mostrarle a Anaís, la cual el hombre hojeó rapidamente, la cerró, la puso en la mesa frente a mí y me dió su tarjeta; me dijo llámame mañana a las 9 am y platicamos, dió media vuelta y se fue.

Yo estaba en ese lugar por un negocio que me dejaría unos dos mil o tres mil pesos y puedo decir que gracias al café de sanborns que en ese momento me mantuvo hiperactivo pude cerrar un trato por más de treinta mil pesos.

Así que los que piensen aún que las citas de negocios en un café son para amateurs, allí hay una prueba de que no es tan cierto.

Saludos y mis mejores deseos en sus negocios desde una mesa del Café de Sanborns Coapa esperando a una cliente.

ATTE

mOngO

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